Los Sirviendo Código Awards han sido el evento celebración del primer año de Sirviendo Código, iniciativa de Next Digital, que ha grabado más de 300 charlas sobre desarrollo, divulgación y tecnología en distintas conferencias, eventos y en seminarios online y las ha puesto a disposición de todos. El evento nace con el propósito de reconocer las mejores ponencias, visibilizar el talento y dedicación de las personas que las han realizado y celebrar, en un tono distendido, el espíritu de compartir conocimiento que tienen las comunidades tecnológicas.
Este es un proyecto liderado por Isabel Rodríguez, que tuvo la loca idea de montar una gala de gran formato «como los Goya». La gala estuvo presentada por la compañía de impro teatral de Zaragoza Teatro Indigesto, lo que añadió un toque cómico que enganchó al público — y a mi me tocó el corazón ver a compis improvisadores en escena —. Cada galardón fue entregado por referentes destacados del sector, convirtiendo la velada en una verdadera celebración del conocimiento compartido, lleno de caras conocidas.
Pero además, como buen evento en tecnología, fue un espacio de encuentro invaluable, en el que tener charlas cercanas en los corrillos posteriores. Allí, desarrolladores, divulgadores y organizadores de comunidades compartimos reflexiones que van mucho más allá de los galardones.
El regreso del desarrollador fullstack
Una de las conversaciones que tuve giró en torno a la evolución del sector en las últimas dos décadas. Durante años, hemos asistido a una hiperespecialización progresiva que nos llevó a diferenciarnos no solo entre frontend y backend, sino por tecnologías específicas: desarrolladores React, especialistas en .NET, expertos en DevOps…
Sin embargo, la llegada de la inteligencia artificial está redibujando este panorama. Los patrones de diseño, la optimización y la comprensión integral de los sistemas vuelven a cobrar protagonismo. La IA puede generar código, pero entender por qué ese código funciona y cómo optimizarlo requiere una visión más amplia del desarrollo. Seniors con muchos tiros pegados y con visión transversal.
El desafío generacional: formar a los juniors en la era IA
Así, uno de los retos más apremiantes que identificamos en otro corrillo es la formación de desarrolladores junior en este nuevo contexto. La tentación de los estudiantes de confiar ciegamente en las respuestas de la IA es real y peligrosa. Así, la formación de los nuevos profesionales necesitará incluir el desarrollo de un espíritu crítico que les permita revisar, cuestionar y mejorar las soluciones generadas por herramientas automatizadas.
La educación en informática debe evolucionar para enseñar no solo a usar la IA, sino a evaluarla, corregirla y complementarla con criterio profesional. Debemos volver a los básicos (patrones de diseño, optimización) para guiar el desarrollo con la IA y entender los casos donde pueda fallar.
TDD como salvavidas en el mar de la automatización
El miedo a las refactorizaciones salvajes de código generadas por asistentes de IA es comprensible. Muchos desarrolladores compartimos la preocupación sobre herramientas que modifican código sin un control real de errores.
La solución que más consenso hubo en estas charlas fue apostar por el Test-Driven Development (TDD). Definir el problema mediante tests que el código debe cumplir proporciona guardarrailes de seguridad. Los tests se convierten en una red de protección que permite experimentar con IA mientras mantenemos la calidad del software.
La IA como copiloto, no como piloto
Mi experiencia personal coincide con la de muchos colegas: prefiero mantener a la IA como copiloto. La trato como un desarrollador junior muy productivo que genera código según mis ideas, pero que requiere supervisión constante. Raramente sus primeras soluciones son óptimas, pero acelera significativamente el proceso de desarrollo cuando se combina con revisión experta. De la idea en mi cabeza al código funcionando pasa muy poco tiempo, la IA consulta documentaciones, sigue patrones de diseño y da respuestas rápidas que podemos validar.
El desafío de las comunidades en la era post-pandemia
Otras conversaciones que tuve en el evento fue con otros organizadores de comunidades, que me confirmaron una realidad compleja en el relevo generacional. Las nuevas generaciones de desarrolladores muestran mayor resistencia a participar en eventos presenciales que antes de la pandemia de 2020. El formato online ha ganado terreno, pero también ha cambiado la naturaleza de las comunidades. Los divulgadores con grandes audiencias online (me cuesta llamarlo «comunidades») triunfan en alcance, pero los eventos presenciales siguen ofreciendo algo único: conversaciones espontáneas, networking genuino y el intercambio de ideas que surge de manera natural en los corrillos.
Mirando hacia el futuro
Los Sirviendo Código Awards nos recordaron que, más allá de las herramientas y tecnologías, el desarrollo de software sigue siendo fundamentalmente una actividad humana. Reforzaron la importancia de la transmisión de conocimiento que aportan las buenas charlas técnicas. En estos tiempos, la IA puede transformar cómo trabajamos, pero no elimina la necesidad de criterio, experiencia y colaboración.
El futuro del desarrollo parece dirigirse hacia profesionales generalistas más versátiles, con bases sólidas en fundamentos y capacidad para aprovechar la IA sin depender ciegamente de ella. Los eventos como este siguen siendo cruciales para mantener viva la cultura de aprendizaje continuo y colaboración que define a nuestras comunidades. Me han dado ganas de volver a retomar los Betabeers y de preparar alguna charla en este nuevo curso, quizá pueda competir por un premio en la próxima edición.

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