Veo mucho ruido con el «vibe coding». Que, si no he entendido mal, es soltarle en un prompt a una IA una idea de proyecto o evolución de proyecto y dejarle que haga y deshaga y termine generando un código que funciona… o no.
El mes pasado me planteé desatascar una mejora que quería hacerle a un proyecto personal. El reto era generar un bloque Guttenberg que estuviera optimizado para SEO, con marcado schema.org para poder dar información sobre un evento. En tiempo neto, tardé unas 12 horas en tener el proyecto completo. Quizá suene a mucho tiempo, pero hay que tener en cuenta que esta tarea me había resultado un muro, quizá porque soy de la vieja escuela WordPress y la documentación no ayudó a arrancar en su día.
Sin embargo, tenía claro los objetivos, tenía claras las características e inicié una conversación con ChatGPT. Como la mayoría de proyectos, no lo afronté planteando todos los requisitos y poniéndome a codificar, sino que fui a por la característica más básica para construir un bloque que funcionara. A partir de ahí lo fui mejorando paso a paso, a veces con recomendaciones del copiloto IA, a veces corrigiendo sus planteamientos. ChatGPT aclara porqué toma cada una de sus decisiones, y explica su código.
Entre ir paso a paso y que no le dejaba escribir el código, sino que era una conversación donde generaba el código y yo lo copiaba adaptándolo, iba aprendiendo a cada paso porqué se tomaba cada decisión de diseño. Así que fueron 12 horas de curso personalizado de creación de bloques Guttenberg. Estoy cómodo y tranquilo con el código desarrollado y además entiendo todo lo que he hecho.
Como programador, tengo claro que para mi la IA es un copiloto que está aumentando mi velocidad, alguien que me ayuda a que lleguemos a destino, mi asistente para entender (trae el punto de la documentación exacta que necesito) y dar soluciones (plantea un código que sirve de punto de partida).

No responses yet